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lunes, 11 de noviembre de 2013

música e identidad mocoví














XXXII FERIA NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA JUVENIL
XXII FERIA PROVINCIAL DE CIENCIA Y TECNOLOGIA JUVENIL
XII FERIA REGIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA JUVENIL

TÍTULO




Expositores titulares:
Apellido y nombre: VALDEZ Gustavo Ricardo DNI Nº 35 294 785
Curso: 3º año
Apellido y nombre: PANIAGUA Mayra DNI Nº 35 294 787
Curso: 3º año
Otros expositores:
SALTEÑO Renzo Lisandro
VAZQUEZ Juan David
PANIAGUA Saida
PANIAGUA Delia
VAZQUEZ Eliana

Asesores docentes: BIERI Elvio DNI Nº 16 099 244
VAZQUEZ Pablo DNI N° 32 590 914
ALVIRA Adriana DNI Nº 14 299 757
Asesor Científico: FERRERO Brian DNI Nº 23 017 008
Nivel: F
Área: Ciencias Sociales
Escuela de Enseñanza Media N° 1314-Anexo Los Laureles
LOS LAURELES
Provincia de Santa Fe.
E-Mail: anexo314@hotmail.com

AÑO 2008

INDICE

Resumen………………………… ………………………………………… ………………....3
Introducción…………………………………………………………… ……..…….……..…..4
Marco teórico………………………………...……………………………… ………………5
Problema. Objetivos. Hipótesis……………………………………………………………….6
Desarrollo. ………….…..…………………………………………………… ……………..….7
Discusión……………………………………………………………………… ……………..18
Conclusiones y proyecciones……………………………………………… ……..………..19
Bibliografía………………………………………………………………… ………………....20
Agradecimientos………………………………………………………...…… ……………...21



RESUMEN

Se trata de una investigación cualitativa realizada por adolescentes mocovíes que pretenden documentar y hacer visible lo que durante mucho tiempo ha sido eclipsado. Se planteó como hipótesis que las expresiones musicales que recuerdan los ancianos de la comunidad mocoví de Los Laureles recrean el conjunto de creencias de la cosmovisión de este pueblo, lo que les confiere actualidad y fuerza de transmisión para mantener la identidad en la primera década del siglo XXI.
A través de entrevistas a los ancianos y observación participante se fueron reconociendo y registrando elementos de la cosmovisión mocoví expresados en danzas ligadas a lo sagrado, canciones de sanación, danzas festivas y nanas; también se relevaron adaptaciones de instrumentos europeos y festividades propias de este pueblo. Se trata de contenidos culturales, emocionales, identitatarios que se transmiten a través de la música que recuerdan los abuelos y religan al mocoví actual con el de tiempos inmemoriales.
Como proyección se elaborará una publicación escrita y un video documental, se difundirán los materiales recopilados entre los jóvenes de la comunidad, se ejecutarán danzas y ritmos mocovíes en el Taller de música y se continuará investigando acerca de la alfarería y la lengua mocoví.


INTRODUCCIÓN

Los Laureles es una población rural de 1800 habitantes ubicada en el Norte de la Provincia de Santa Fe, a 290 km de la capital provincial. Allí reside la comunidad mocoví a la que pertenecen los autores de este trabajo.
El mocoví es uno de los pueblos de la confederación guaycurú, junto con abipones, pilagáes, vilelas y tobas.
La primera referencia escrita acerca del pueblo mocoví es la obra del jesuita Florián Pauke que cuenta sus vivencias en la Misión de San Javier y describe manifestaciones culturales de ese pueblo.
En San Javier tuvo lugar la última rebelión del pueblo mocoví, un levantamiento en respuesta a situaciones de injusticia tales como el incumplimiento de la ley de tierras de 1866 y la explotación que sufrían hombres y mujeres en los trabajos que realizaban. La revuelta se conoce como “el último malón”, sucedió el 21 de abril de 1904 y terminó en una terrible matanza de mocovíes.
A partir de aquel hecho los aborígenes de San Javier fueron perseguidos y se dispersaron por distintas zonas de la provincia. Ocultaron su identidad por temor a represalias, obligaron a sus hijos a hablar solamente en castellano y fueron relegando sus prácticas culturales. Intentaban así integrarse a la sociedad santafesina.
Una investigación realizada en 2005 por alumnos de la Escuela da cuenta de que, a pesar de esa interrupción, la cultura mocoví se mantiene vigente porque no se cortó la transmisión de una generación a otra de sus valores fundamentales.
Los abuelos son quienes realizan esta transmisión pero, si bien se comunican valores fundamentales, hay prácticas culturales -como la lengua y la expresión musical mocoví- que serían conocidas solamente por los mayores de la comunidad. Esto motivó la necesidad de investigar sobre la música que recuerdan los ancianos mocovíes de Los Laureles y ver sus relaciones con la identidad de este pueblo originario.

Marco teórico

El concepto de identidad cultural tiene que ver con reconocer la pertenencia a un determinado grupo y a una determinada cultura distinta a la de otro. Se construye en un campo social en el que hay más de una identidad cultural en contacto. Implica la afirmación del “nosotros” frente a “los otros”. La presencia del “otro” distinto hace que el grupo deba tomar conciencia de lo propio y afirmarlo a fin de poder -desde allí- abrirse y relacionarse de igual a igual con este otro.
La cultura es entendida en este trabajo como el modo en que el hombre le da significado a su experiencia de vida social y a su entorno natural a partir de códigos que se han venido construyendo desde tiempos inmemoriales. Se expresa en las fiestas, los ritos, la música, la comida, el arte, la vestimenta, la lengua, la literatura; en estas manifestaciones están presentes la cosmovisión, las relaciones con los otros, con la naturaleza, con uno mismo y con lo trascendente. Lo religioso se considerará aquí en sentido amplio como lo que religa al hombre con lo trascendente, con lo absoluto. Desde este punto de vista la música en la sociedad mocoví se presenta como expresión cultural que interviene a manera de nexo entre el hombre y su cosmos.
La magia está íntimamente relacionada con el fenómeno religioso con la particularidad de que quien tiene el don de la magia puede actuar y modificar la voluntad de seres sobrenaturales.
La ciencia que estudia la música como hecho de cultura se denomina etnomusicología. El estudio de expresiones musicales del pasado presenta grandes dificultades ya que los investigadores disponen solamente de expresiones recordadas por algunas personas. En este estudio se cuenta con la memoria de los abuelos.


PROBLEMA

¿Qué rol cumplen las expresiones musicales que recuerdan los abuelos de la comunidad mocoví de Los Laureles en la preservación y transmisión de rasgos identitarios de su cultura en la primera década del siglo XXI?

OBJETIVO GENERAL:

• Reconocer la función desempeñada por las expresiones musicales transmitidas por los abuelos de la comunidad mocoví de Los Laureles en la preservación de los rasgos identitarios de este pueblo.


OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

 Identificar componentes de la cosmovisión mocoví presentes en las expresiones musicales, que son valorados por esta sociedad por cumplir un rol de elementos identitarios.
 Conocer las características de ritmos musicales y danzas autóctonas.
 Describir los instrumentos usados antiguamente por los mocovíes.
 Apreciar el rol de los abuelos del pueblo mocovì en la transmisión de la cosmovisión
 Reconocer contenidos artísticos, culturales, emocionales, identitarios transmitidos a través de la música.


HIPÓTESIS

Las expresiones musicales que recuerdan los ancianos mocovíes de la comunidad de Los Laureles recrean el conjunto de creencias de la cosmovisión del pueblo mocoví, lo que les confiere actualidad y fuerza de transmisión para mantener la identidad en la primera década del siglo XXI.


DESARROLLO
Materiales y metodología
Se trata de una investigación cualitativa, etnográfica. Se pretende documentar lo no documentado, hacer visible lo que ha sido eclipsado. La recolección de datos se realizó mediante entrevistas abiertas, cerradas y observación participante. Se consultó bibliografía y se observaron videos.
El universo lo constituyen los integrantes de la comunidad mocoví de Los Laureles , grupo del que forman parte los investigadores.
Los registros se hicieron mediante grabaciones, filmaciones, fotografías y anotación simultánea. Se realizó también un diario de campo.

Resultados obtenidos
1. Creencias organizadoras de la cosmovisión:
La parcialidad mocoví donde se realizó este trabajo se define como mocoví lela. Al respecto dice Don Modesto González, uno de los abuelos entrevistados: “…los de Los Laureles somos mocoví lela. Después están los shipin, más del Chaco, más como los tobas.”
La cosmovisión mocoví incluye tres mundos: el de abajo, el de la tierra y el del cielo. Existen personas, los más ancianos, que tienen conexión con los otros mundos a través de sueños que les permiten saber lo que acontecerá unos días antes de que ello suceda: “ellos ven lo que va a pasar cuando sueñan ”, afirma uno de los entrevistados.
Todos los seres tienen su “dueño”, se trata de entidades poderosas que los protegen. Hay un día y una determinada hora en que algunas personas pueden verlos a todos acercándose al río, donde van a tomar agua . Mencionan a Veraik, el negro del agua que es el dueño de los peces, la Conaya o dueña del monte, la dueña de los pájaros, de la iguana, del carpincho, de todos los animales del monte.
La Conaya o “Vieja del monte” “puede hacerte extraviar o alejarte las presas”. El Negro del agua cuida los peces, los mezquina . Cuando se acerca un joven o una joven apuesto/a sale un Negro o Negra del agua y se lo/la lleva a las profundidades como amante . Describen el mundo “de bajo el agua” con cuevas, serpientes y yacarés que hacen las veces de muebles.
Todas estas deidades requieren de “permisos” para poder pescar o cazar.
Un abuelo entrevistado habla de la Salamanca que está debajo del agua como un lugar donde se adquiere poder. Esto le permitió salvar la vida en algunas oportunidades.
Algunos animales, como los pájaros, funcionan como signos que anticipan lo que va a suceder. Así, el pirincho anuncia la muerte, el suindá, si canta cerca de la casa anuncia enfermedad, el tero, buenas noticias y el caserito señala con su canto cuando va a dejar de llover.
También son animales quienes intervienen para que los hombres obtengan el fuego. Como relata uno de los abuelos: “El fuego antes era de las Vizcachas, la gente comía todo crudo y pasaba frio.. Y qaqaré (carancho) le robó unos tizones y le llevó a la gente, que agarró el tizón, y se repartió y tuvo fuego para cocinar, para calentarse, y la vizcacha quedó sin fuego, … había un montón de leña, pero no había más fuego... Y la gente dice, gracias a qaqaré, el carancho… todos se repartieron y compartieron el fuego, qaqaré ñaatic (gracias) .”
Los informantes describen una constelación a la que llaman “el lugar del mañic y los pozos” que tendría su origen en el siguiente relato: “el dueño del mañic (ñandú) castigaba a los hombres porque habían cazado mucho, entonces un “abuelo”, decidió hacerle frente y lo persiguió por toda la tierra.. Cansado, el mañik, se metió bajo tierra. Los hombres lo hostigaron con cantos (…) salió, lo acorralaron con los perros y subió al cielo, pero el "abuelo" murió quemado por el aliento del Mañic. Los perros lo siguieron al cielo y ahí siguen, quedan ahí también… ”.
La bibliografía consultada describe la cosmovisión y religiosidad -anterior a la llegada del cristianismo- de pueblos cazadores y recolectores como “basada en complejos animalísticos, con un esquema jerárquico de dueños de animales, estrechamente vinculados con los principios de clasificación del espacio y con las regulaciones de la caza y con la práctica chamánica (Cordeu; Siffredi, 1971, p. 14)” .

2. Expresiones musicales mocovíes.
Antonio Gomez, docente y músico mocoví, dice en una entrevista que la música tiene una identidad, para el pueblo mocoví tenía un sentido muy importante que tiene que ver con lo espiritual, con lo de adentro de uno. (…) tenía para nosotros un sentido muy importante, comunitario …”
Esta relación con lo religioso, con lo espiritual, está presente en las danzas que describen y muestran los abuelos de la comunidad de Los Laureles.
Son danzas circulares y colectivas. Cada coreografía no tiene una duración determinada de compases, las figuras se ejecutaban durante tiempos prolongados y la finalización dependía del cansancio.

2.1. Danzas relacionadas con lo sagrado
2.1.1. Baile de la Vizcacha.
Uno de los abuelos muestra cómo es la danza de la Vizcacha: da vueltas en un círculo, con una mano atrás y, mientras levanta un brazo, va diciendo:
“No hay fuego”.
“ Estoy bravo porque me robaron el fuego”
(Dama (d) y caballero (c) danzan en ronda tomados de la mano.)

El abuelo acompaña la danza con el canto:
Togoi togoi
Togoi togoi
Togoi togoi
vizcacha, coleguizac
Según cuentan los abuelos esta danza se relaciona con el origen del fuego que se narra en el apartado anterior, ese momento fundacional en que el fuego es dado a los hombres por qaqaré, el carancho y, “las vizcachas quedaron con la leña nomás y bailan con la luz de la luna, tienen como una pista, y se amontonan y bailan… a los saltos, juegan, y ese es el baile de la vizcacha, la gente lo ha estudiado para hacer el baile nosotros.. “
Los hombres “la estudiaron” observando el comportamiento de los animales para poder practicar esta danza ritual. El rito tiene una forma estricta de realización para que pueda, como en este caso, ser el puente entre el instante fundacional y el presente. Esta danza, realizada hoy, crea un vínculo al mocoví actual del siglo XXI con quienes recibieran el don del fuego en tiempos inmemoriales.
El fuego es el corazón de la cultura, la base del hogar y es a su alrededor, sentados en círculo donde se transmiten y reciben las enseñanzas. Esta danza, a la manera de un rito, actualiza el mito del origen de fuego, así como rol de distintas especies de animales en relación con los humanos, en cierta medida, actualiza el orden del mundo y pone en evidencia el carácter atemporal del mito, que se renueva cada vez que la danza es bailada y la música suena.

2.1.2. Baile del Mañic
Los informantes describen que esta danza “era de dos en dos, en rueda, los pasos largos y con las alas, los brazos para atrás y adelante, levantando la mano, con los codos. Va para atrás y para adelante, a los manotones con las alas, por los perros…”
Se acompaña con un canto:
“Mañic, mañic,
Soy José,
soy cantor
y bailarin,
y no hay más,
y no hay otro más
como él.”
El canto habla de “un hombre, José, pobre se fue y le vieron rico, tiene plata, chacra, manta y es gobernador, entonces tiene provecho, es un poderoso, le enseña a los hijos que sean como el padre, que no sean dormilones, que no sean haraganes, que no sean pedigüeños, que sepan trabajar. Hay que cuidar la casa de su madre, hay que trabajar...”
Esta danza transmite valores fundamentales de enorme actualidad: se debe cuidar el centro de referencia de la cultura que es la casa materna. Enseña también sobre el cuidado de los padres, el valor del trabajo y la dignidad.
Por otro lado los informantes hablan de la constelación “del mañic y los pozos” elementos que también son recreados en esta danza: “usted ve, como a las doce, las once de la noche, allá arriba, ahí donde hay muchas estrellas , ese es el camino del ñandú, el ñandú dicen que había matado a mucha gente y Dios le dio ese cuadro, pero no es para el bien, la gente que sufre, al pozo, hay un pozo, un pozo hondo… y el que va ahí, adiós gente, se termina la vida. .”.
Aparece aquí otro elemento estructurante de la cultura, la separación entre el bien y el mal. En la danza del mañic se recrea una historia fundacional que actualiza saberes fundamentales: la necesidad de mantenerse en el camino correcto, proteger el equilibrio necesario de las diferentes especies (el mañic castigaba a los hombres porque se excedían en la caza). La danza y la contemplación de esta constelación renuevan estos mensajes.
Las danzas rituales tienen estructuras que se repiten. Esto facilita el ingreso a un estado de comunicación con lo trascendente. Este tipo de danzas se practican desde tiempos prehispánicos. En la página 177 del Tomo I del libro “Hacia allá y para acá” de de Florián Pauke se ven danzas circulares realizadas por mujeres que se acompañan con sonajas.



2. 2. Danzas festivas.
2.2.1. Shotis
El Shotis es originario de Europa. Los mocovíes lo tomaron, ya acriollado, de los inmigrantes de esta zona. Es una danza festiva que se bailaba en las fiestas como la de Santa Rosa. La música se ejecutaba, según explica uno de los abuelos, con la guitarra en Sol sostenido menor. Uno de los abuelos evoca el siguiente canto:
Nagui, naguí
Nagui, naguí
Sotaripì shotis
Naguí, naguí

Soy paisano, soy paisano
Naguí, ahipa
Nagui, nagui
Joup joup


2.2.2. Danza del paisano
La dirigente mocoví Clara Chilcano menciona también la danza del paisano, la describe como una danza que se bailaba entrelazándose los brazos y sus manos girando de un lado a otro, en pareja, luego en dispareja, y luego volver otra vez a armar un círculo, siempre en un tipo de paso canoa, propio de los mocovíes, o traspaso que le llaman,..
Don Modesto mencionó que la danza del paisano se ejecutaba con la guitarra en Sol.

(damas d y caballeros c)


2.2.3.Toncoyogo o tontoyogo.
Esta versión fue recopilada desde la escuela , se canta en clases de Música y los abuelos de Los Laureles la reconocieron como propia:

Tontoyogo tontoyogo laralá laralá laralá
Tontoyogo tontoyogo loyak sptaripí (lindo es el baile)
Tontoyogo tontoyogo eké vacagní (igual que la luna)

Tontoyogo tontoyogo laralá laralá laralá
Tontoyogo tontoyogo acvec alipí (hay muchas mujeres)
Tontoyogo tontoyogo eké lo shiraigó (igual que las estrellas)
Ñaatic tontoyogo, tontoyogo naatic (gracias)

El toncoyogo es mencionado en la bibliografía como forma nativa de pueblos guaycurúes y recordado por personas de la comunidad de Los Laureles.

2.3. Fiestas.
Las festividades recordadas por los abuelos son las de Santa Rosa de Lima y San Antonio. Al respecto dice uno de los informantes: “El 30 de agosto se juntaban todos, los de acá se iban allá, había familiones, más de 400 aborígenes. Se tocaba guitarra, violín, cordiona y la flauta también. Mucho entrevero había porque la gente se amontonaba, hasta a gente criolla le gustaba… Bailar shotis, paso doble, después tocar la milonga...”
La fiesta de Santa Rosa se celebra en la actualidad y reúne a numerosas familias. Las más concurridas en la zona Norte son las de Colonia Dolores y El Toba. En este último lugar se reúnen las familias de Los Laureles con las de otras poblaciones.
Clara Chilcano habla del año nuevo mocoví que se celebraría con la llegada de la primavera desde antes de la llegada de los españoles. Florián Pauke refiere cómo los aborígenes de San Javier danzaban y bebían en esta fecha . Se fusionaría después con la fiesta de Santa Rosa.
La fiesta de San Antonio era en el mes de junio. Al respecto dijo el abuelo Modesto: “las dos fiestas bravas son: San Antonio y Santa Rosa ,,, eran fiestas grandes para la gente aborigen. San Antonio, el santo… Ahí tenían la iglesia los paisanos… Cantaban y tocaban… Después no se qué pasó… Vino una creciente y buscaron venir al sur …algunos quedaron, pero muy poca gente… Y lo que hay son gente nueva… No habla más la lengua nadie… pero son aborígenes…” Esta fiesta no se celebraría actualmente.
La música y la danza de esas fiestas tenían sus particularidades: “El paisano tiene que salir con el bombo y tiene que salir toda la cola acompañando, levantando los pañuelos, a la compás de lo que toca el bombista, así debe ser… Pero si no hace eso… No… Nadie cree que es aborigen… Porque todos tocan, los gringos… los aborígenes tienen que salir mezclados todos, tocando el bombo con la guitarra, hasta que llega y se cansa y se cansan todos, y los que vienen atrás van acompañando y levantado las manos, Los pañuelos, cualquier cosa: un sombrero ¡Viva Santa Rosa! Dicen y gracias que… un año más de vida… hay para pedir vida, hay para pedir sabiduría, y hay pedir el poder,, no ve que la virgen tiene el poder…. algunos clavan las rodillas pidiendo…”
Los ritmos y las frases se repiten como parte de un ritual. La festividad original del año nuevo se recrea en este ritual anual en honor a Santa Rosa.

2. 4. Canciones de sanación.
Los abuelos hablan del canto como recurso sanador: “Había un hombre, mocoví viejo, se llamaba Nazario, que cantaba en la idioma y los que estaban enfermos, poniendo la rodilla en tierra le saca los males.. lo sana con la música en la idioma.. Si no cumpliste…, la primera y la segunda vengo con la muerte… Hay que cumplir…
Coria, levanta la mano y dice jaletú, jaletú y se sana…”
Están presentes aquí varios elementos relacionados con la posibilidad de fortalecer el vínculo del hombre con el cosmos. La melodía, el empleo de la lengua materna permite, a la persona que tiene el don, sanar a quien está enfermo. Los males regresan a la tierra, uno de los componentes de la cosmovisión mocoví. El que se ha sanado queda en deuda, debe llevar una vida recta porque de lo contrario morirá. El portador del don de sanación es una autoridad, en este caso el Cacique Coria.
Las canciones de sanación se ejecutan en la actualidad. Uno de los investigadores fue testigo de cómo su abuelo “trajo de vuelta” a un hermano que estaba como muerto mediante canciones en la lengua materna al tiempo que levantaba las manos.
Otra canción de sanación es “la que cantaba la abuela Mansilla”:
Nuyoc, telac telac
Nuyoc, telac
Según cuentan, esta abuela decía “… vengase mañana a dar gracias porque se sanó, la abuela cantó. Le sana el corazón, el alma, todo, que no sea enferma, la persona que tiene que sanarse cree en el canto, tiene que sanarse, y con creer en el canto, se sana, muchas veces no se cree, no se siente...”
Estas canciones rituales sanan desde lo emocional y actúan sobre lo emocional, se basan en la fe que abre la posibilidad de sanación y exige agradecimiento.
Otro texto relevado es atribuido a Pedro Lanche:
Shina shala ina
Shina shala ina
Cao sana
Laulco
El abuelo entrevistado explica: “canta el charaina y dice que depende del mal que tiene y que él te va a sanar hijo mio… él te va a sanar.. él dijo: gracias, ñaatic dijo… gracias, el abuelo, Pedro Lanche..
Cada uno de los “sanadores” puede curar un tipo de dolencia. Todos comparten la exigencia de ser agradecidos.

2.5. Canciones de cuna
Las nanas también son recordadas por los abuelos. La lengua materna arrulla a los niños aún hoy a través de cantos como el siguiente:
I’alqokí, I’alqokí, (Dormí mi hijito, dormí mi hijito)
Coloq’ quedá (Vamos para allá)

2.6. Instrumentos
La música mocoví tiene elementos de sincretismo con la música criolla, en las entrevistas se releva cómo un instrumento europeo, como el violín, introducido por los misioneros jesuitas , es reinterpretado y recreado por los mocovíes dando lugar a “un violín mocoví”, al respecto dice Don Modesto Gonzalez: Constancio Álvarez (el Cacique) hacía de madera los violines (…)tocaba los chamamés mocovís… Hacían bailes en el campo con esos violines…
Estos violines eran de cuatro cuerdas como el de la siguiente figura.
Describe un violín hecho de lata y tripas de chivo: “Pancho Troncoso hacía esa guitarra de lata… conseguía lata media fina, media gruesa y la fabricaba… cortaba con tijera, compraba clavitos finos así y le pintaba todo bien pintado como si fuera que salió de una casa de música… , hecho a mano todo… las cuerdas…eran de las tripas del chivo… La orean bien y la tuercen bien, entonces cuando se orean … se limpia bien, le pasan la aceite y quedan brillosas y ahí están las cuerdas”
Otra recreación de lo criollo y una muestra más del ingenio mocoví es la destreza para tocar la guitarra con menos cuerdas: “Con tres cuerdas tocaba don Coria... si y por ahí la gente dice: ¿Y por qué es que tocan?... Y bueno ellos saben… Cómo es la compás, como es el paso segundo o tercero... conocen la voz de la guitarra… con tres cuerdas ya tiempla la guitarra, ya al aire... entonces él lo sabe… Y con eso empieza a acompañar la música… Si sale la prima le mete con la segunda igual, sigue por la segunda, porque la prima es la principal… Ni mira por la primera, sino saltea por la segunda y toca con la sexta... Luego segunda... Cuarta… Hoy ya no hay más eso.

3. Identidad y transmisión.
En las expresiones musicales relevadas de la memoria de los ancianos de la comunidad están presentes diferentes elementos que hacen a la cosmovisión mocoví y su conocimiento permite acceder a esas enseñanzas. El rol de los abuelos es fundamental para que la cultura se transmita. Ellos están siempre dispuestos a hablarles a los jóvenes. Al respecto dice Clara Chilcano “se sigue practicando nuestra cultura a través de la transmisión oral de nuestros abuelos, nuestros círculos de educación alrededor del fuego, como si el fuego representara a nuestra propia cultura, a través de la llama encendida que nos representa como pueblos originarios, con existencia, con identidad, donde la identidad es quienes somos, eso lo mantenemos bien claro, que somos indígenas, que eso es la identidad…”
La identidad se construye en un campo social conflictivo: “hemos ido perdiendo parte de nuestras cosas por el avance del mundo no indígena, se nos fue insertando en el resto de la sociedad donde tienen otros modos, otros tiempos (…), porque el modo de comprensión que tenemos nosotros es distinto. Nos hemos ido integrando, mezclando con el resto de la sociedad para poder conseguir esa preciada igualdad de oportunidades”.
Antonio Gómez, docente y músico mocoví, agrega: “Todo lo que nosotros teníamos ha sido desvalorizado y, hoy en día, a 500 años de la llegada de otra cultura a nuestro continente, al ser dominados, desvalorizados, se pierden los valores culturales y los más jóvenes tratan de asimilar otros valores, otras culturas que tampoco entran en su sistema comunitario…”
En las entrevistas estructuradas se observa que los jóvenes se identifican con la cumbia y el chamamé pero la mayoría escuchó “algo” sobre la música que recuerdan los abuelos.
Por otra parte, al decir de Clara Chilcano: “perdimos el espacio de conservación de danzas religiosas que se hacían a la orilla de los ríos para dar gracias por la buena pesca, hoy no las podemos hacer porque son campos privados o no te lo permiten porque se han convertido en plantación deservicios, como los puertos, … esas prácticas ancestrales hoy tienen muy limitado los lugares donde hacerse…


DISCUSIÓN

En el análisis de las expresiones musicales aborígenes del Norte argentino (Cosentino y otros, 1982) se describe el carácter mágico de las danzas y canciones, basadas en repeticiones sin ninguna variación, por lo general son dos frases. Las canciones, danzas y toques instrumentales cubren necesidades esenciales: ahuyentan malos espíritus, propician fecundidad, celebran acontecimientos comunes. En el hecho musical se asocian texto, danza y ceremonia. Las danzas forman parte de la ceremonia y brindan un mayor apoyo rítmico al canto. Todas estas características están presentes en las expresiones musicales que recuerdan los abuelos.
En la bibliografía se describen sonajeros de calabaza, bastones de ritmo, flautilla, brazaletes de pezuñas y violín monocorde como instrumentos guaycurúes. En lo aquí relevado no se constata la existencia de tales instrumentos, lo que no significa que no existieran. Hay recreación de instrumentos occidentales (guitarra y violín) dándoles características propias de su cosmovisión artístico-musical.
La música y la danza siempre estuvieron ligadas a lo religioso y, actualmente, en el culto evangélico practicado por miembros de la comunidad se observa que ejecutan teclado electrónico para la percusión con melodía tritónica o pentatónica junto con la inclusión de sikus, charango y bombo (instrumentos aborígenes de otras regiones). Los textos son breves, como las antiguas expresiones musicales, basados en fragmentos bíblicos, y se reiteran una y otra vez hasta que los músicos o los danzarines se cansan; estas danzas son también colectivas y circulares como las relevadas de los abuelos.


CONCLUSIONES

La hipótesis se confirma ya que a través de este trabajo se “hizo visible” la existencia de danzas, canciones, ritmos, festividades e instrumentos propios de los mocovíes, que forman parte de la identidad cultural de este pueblo. En danzas y canciones están presentes los relatos que nuclean la cosmovisión. Los abuelos de la comunidad recuerdan las expresiones musicales y es a través de ellos, de sus enseñanzas, que estos elementos organizadores de la cosmovisión cobran actualidad y aportan a la construcción de la identidad de los mocovíes del siglo XXI de Los Laureles.


PROYECCIONES:

• Elaborar una publicación escrita y un video sobre música y danza mocoví.
• Difundir los materiales recopilados en esta investigación entre los jóvenes de la comunidad.
• Ejecutar danzas y ritmos mocovíes en el Taller de música.
• Investigar acerca de la alfarería y la lengua mocoví.



BIBLIOGRAFÍA

• AGUIRRE Evaristo- LUDUEÑA Orlando. Enciclopedia de la música folklórica argentina y latinoamericana. Cuadernos de folklore,1986.
• CITRO Silvia (Documentación y análisis). La fiesta del 30 de agosto entre los mocoví de Santa Fe. Documentos Moqoit. Facultad de Filosofía y Letras. U.B.A. Edición rústica. 2006
• COSENTINO Y OTROS, Folklore musical y música foklórica argentina. Edit. Qualiton. Bs. As.,1972
• CORDEU; SIFFREDI, Ciencias Sociales y Religión, Año 5, N° 5, Porto Alegre, 1971.
• IGLESIA EVANGÉLICA DEL CHACO. Sin título. Filmaciones del culto evangélico aportadas por Alejandra Lanche.
• IGLESIA EVANGÉLICA DE LOS LAURELES. Sin título. Filmación del culto evangélico perteneciente a la familia de Gustavo Valdez.
• DE SOUZA, María Cecilia (Organizadora). Investigación social. Teoría, método y creatividad. Lugar Editorial. Bs. As., 2007.
• PAUKE, F. Hacia allá y para acá. Tomo II, 1942.
• SECRETARÍA DE CULTURA. PRESIDENCIA DE LA NACIÓN. Mujeres dirigentes indígenas. Relatos e historias de vida. Sec. de Cultura Presidencia de la Nación. Bs. As. 2007.


AGRADECIMIENTOS

• A los abuelos de la comunidad, especialmente a Ramón Salteño, Pablo Vazquez, Sara Salteño y Modesto Gonzalez por sus enseñanzas.
• A Orlando Paniagua, por compartir sus saberes.
• A Clara Chilcano y Antonio Gomez por idénticas razones.
• A Marcelo Vazquez, por su disposición y apertura.
• A María Luisa Salteño, por idénticas razones.
• A los padres, madres, hermanos, tíos y primos de los investigadores.
• Al profesor Adrián Linari, por su apoyo.
• Al profesor de Informática José Robul por sus enseñanzas.
• Al Prof de Educ Plástica, Diego Dreher asesor del Stand.