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El Régimen Militar que se inició en Brasil con un golpe en lo día 31 de marzo de 1964, puso fin a un período de libertad política cono nunca había existido en Brasil hasta entonces. En los años siguientes, las libertades públicas fueron eliminadas progresivamente con una serie de Actos Institucionales, un conjunto de normas que se sobreponían a la propia Constitución Federal, que tuvo cono auge, el 13 de diciembre de 1968, el establecimiento de lo AI-5, pasando a concentrar poderes excepcionales en las manos del general presidente, transformando el Régimen político en una dictadura cuya fase más violenta y represiva duró de la creación del AI-5, en 1968, hasta al final del gobierno del militar Garrastazu Médici, en 1974.
Durante el período anterior a la creación del AI-5, surgieron varias formas de resistencia a la acción represora del Régimen en los planes políticos, sindicales y culturales. A ámbito político, varios diputados y senadores perdieron sus mandatos por hacer críticas severas al Régimen instalado. El movimiento operario también tentó reaccionar a las restricciones de las acciones sindicales e a la defasaje salarial impuesta por los militares por medio de huelgas en 1968, en Osasco (São Paulo) y en Contagem (Minas Gerais), además de la famosa paseata de los 100 mil en Rio de Janeiro. Otros por su vez, desistieron de combatir el gobierno por medios legales, organizando movimientos guerrilleros para descolocar los militares del poder por la fuerza de las armas.
Con todas libertades personales cerceadas, la población se queda con miedo de actuar explícitamente contra el Régimen Militar. A pesar de esto, la población no se calló, pero las críticas al Régimen Militar tenían de ser hechas de una forma sutil. El historiador Francisco Carlos Teixeira habla sobre una “cultura de resistencia”, que tenía a su frente artistas y intelectuales que se utilizaban de diversas formas de resistencia al Régimen Militar, entre las cuáles una de las principales fue la música. La primera manifestación del este tipo ocurrió en diciembre de 1964, con el “Opinião”. Una mixtura de show musical y teatro, que por medio de denuncias y de músicas de protesto, visaba sensibilizar el público a se encajar en la lucha contra el Régimen Militar. Los festivales musicales organizados pela TV Excelsior del estado de São Paulo en el período de 1965 hasta 1968 fueron una grande oportunidad para que los cantantes y compositores manifestasen su oposición al Régimen Militar debido al enorme alcance que esas presentaciones tenían entre el publico joven.
El ambiente político que vigoraba en lo país en esta época ejercía influencia directa en la preferencia do publico y de los jurados. Esto fichó evidente, por ejemplo, en 1966, con las músicas A Banda, de Chico Buarque, y Disparada, de Geraldo Vandré; y en 1968, con Sabiá, de Chico Buarque y Tom Jobim, y Pra não dizer que eu não falei das flores, también de Geraldo Vandré. En graduaciones diferentes, de manera explícita o sutil, todas esas músicas criticaban aspectos del sistema opresivo que imperaba en este país. La preferencia del público por músicas de protesto de contenido más explícito, cono Pra não dizer que não falei das flores, puso origen a una rica discusión cultural y estética.
La preocupación de lo Régimen Militar en prevenir la actuación “subversiva” principalmente a que los manuales de la Doctrina de Seguridad Nacional llamaban de “propaganda subversiva”, giraba una situación de sospecha interminable para con o pueblo. El campo musical destacaba-se cono centro de la vigilancia, especialmente los artistas y eventos ligados a la MPB (música popular brasileña), que tenían tendencia a la música de izquierda. Los shows promovidos por artistas de la MPB eran una de las grandes preocupaciones del Régimen Militar, que segundo elles, eran utilizados como difusores de ideales izquierdistas. Chico Buarque de Holanda, Edu Lobo, Nara Leão, Geraldo Vandré, Gilberto Gil, Caetano Veloso, Marília Medalha, Vinícius de Moraes, Sydney Muller, Milton Nascimento, entre otros; eran siempre citados como siendo difusores de ideáis de izquierda nos eventos en que participaban, mereciendo siempre atención especial.
Muchos músicos considerados como “comunistas actuantes” (título siempre otorgado por los militares a Geraldo Vandré, por ej.), izquierdistas, o no mínimo simpatizantes, de facto ni siempre eran. Caso interesante que exprime esto es lo de Caetano Veloso, que tenía posiciones políticas contrarias a la arte encajada de izquierda, o que giraba atritos constantes entre su persona e los actuantes de la izquierda, que o consideraban cono un “alienado”.
Lo que se apuraba en las “actuaciones” de los artistas siempre fue mucho insólito, basaba-se en argumentos vagos e frágiles, más resultantes de la histeria criada por la Dictadura Militar do que pelas actitudes “subversivas” de los músicos. Esto hacía con que los músicos sofriesen a las manos de los militares, ora por persecuciones, ora por exilios forzados. Nos años de la Dictadura, principalmente en los que vigoraran lo AI-5, cualquier evento que colocase lado a lado artistas ligados a la MPB e el público joven estudiantil, debería ser objeto de atención redoblada y preventiva.
Lo DOPS (Departamento de Orden Política Y Social), sabía de la actuación de los músicos que de forma explícita (inicialmente) o implícita (después de lo AI-5), denunciaban el Régimen antidemocrático militar e sus excesos. Sabían que esas canciones conocidas cono “música de protesto”, contenían mensajes subliminales, cuyo texto incitaba la “revuelta” e la “subversión”, da cual uno de sus principales íconos fue la música Aroeira de Geraldo Vandré. Otra de sus canciones, que viro una especie de “himno nacional de la juventud brasileña”, fue la canción Pra não dizer que eu não falei das flores, que crió grande revuelta en los medios militares debido a su contenido:
Con todas libertades personales cerceadas, la población se queda con miedo de actuar explícitamente contra el Régimen Militar. A pesar de esto, la población no se calló, pero las críticas al Régimen Militar tenían de ser hechas de una forma sutil. El historiador Francisco Carlos Teixeira habla sobre una “cultura de resistencia”, que tenía a su frente artistas y intelectuales que se utilizaban de diversas formas de resistencia al Régimen Militar, entre las cuáles una de las principales fue la música. La primera manifestación del este tipo ocurrió en diciembre de 1964, con el “Opinião”. Una mixtura de show musical y teatro, que por medio de denuncias y de músicas de protesto, visaba sensibilizar el público a se encajar en la lucha contra el Régimen Militar. Los festivales musicales organizados pela TV Excelsior del estado de São Paulo en el período de 1965 hasta 1968 fueron una grande oportunidad para que los cantantes y compositores manifestasen su oposición al Régimen Militar debido al enorme alcance que esas presentaciones tenían entre el publico joven.
El ambiente político que vigoraba en lo país en esta época ejercía influencia directa en la preferencia do publico y de los jurados. Esto fichó evidente, por ejemplo, en 1966, con las músicas A Banda, de Chico Buarque, y Disparada, de Geraldo Vandré; y en 1968, con Sabiá, de Chico Buarque y Tom Jobim, y Pra não dizer que eu não falei das flores, también de Geraldo Vandré. En graduaciones diferentes, de manera explícita o sutil, todas esas músicas criticaban aspectos del sistema opresivo que imperaba en este país. La preferencia del público por músicas de protesto de contenido más explícito, cono Pra não dizer que não falei das flores, puso origen a una rica discusión cultural y estética.
La preocupación de lo Régimen Militar en prevenir la actuación “subversiva” principalmente a que los manuales de la Doctrina de Seguridad Nacional llamaban de “propaganda subversiva”, giraba una situación de sospecha interminable para con o pueblo. El campo musical destacaba-se cono centro de la vigilancia, especialmente los artistas y eventos ligados a la MPB (música popular brasileña), que tenían tendencia a la música de izquierda. Los shows promovidos por artistas de la MPB eran una de las grandes preocupaciones del Régimen Militar, que segundo elles, eran utilizados como difusores de ideales izquierdistas. Chico Buarque de Holanda, Edu Lobo, Nara Leão, Geraldo Vandré, Gilberto Gil, Caetano Veloso, Marília Medalha, Vinícius de Moraes, Sydney Muller, Milton Nascimento, entre otros; eran siempre citados como siendo difusores de ideáis de izquierda nos eventos en que participaban, mereciendo siempre atención especial.
Muchos músicos considerados como “comunistas actuantes” (título siempre otorgado por los militares a Geraldo Vandré, por ej.), izquierdistas, o no mínimo simpatizantes, de facto ni siempre eran. Caso interesante que exprime esto es lo de Caetano Veloso, que tenía posiciones políticas contrarias a la arte encajada de izquierda, o que giraba atritos constantes entre su persona e los actuantes de la izquierda, que o consideraban cono un “alienado”.
Lo que se apuraba en las “actuaciones” de los artistas siempre fue mucho insólito, basaba-se en argumentos vagos e frágiles, más resultantes de la histeria criada por la Dictadura Militar do que pelas actitudes “subversivas” de los músicos. Esto hacía con que los músicos sofriesen a las manos de los militares, ora por persecuciones, ora por exilios forzados. Nos años de la Dictadura, principalmente en los que vigoraran lo AI-5, cualquier evento que colocase lado a lado artistas ligados a la MPB e el público joven estudiantil, debería ser objeto de atención redoblada y preventiva.
Lo DOPS (Departamento de Orden Política Y Social), sabía de la actuación de los músicos que de forma explícita (inicialmente) o implícita (después de lo AI-5), denunciaban el Régimen antidemocrático militar e sus excesos. Sabían que esas canciones conocidas cono “música de protesto”, contenían mensajes subliminales, cuyo texto incitaba la “revuelta” e la “subversión”, da cual uno de sus principales íconos fue la música Aroeira de Geraldo Vandré. Otra de sus canciones, que viro una especie de “himno nacional de la juventud brasileña”, fue la canción Pra não dizer que eu não falei das flores, que crió grande revuelta en los medios militares debido a su contenido:
Caminhando e cantando e seguindo a canção
Somos todos iguais braços dados ou não
Nas escolas nas ruas, campos, construções
Caminhando e cantado e seguindo a canção
Somos todos iguais braços dados ou não
Nas escolas nas ruas, campos, construções
Caminhando e cantado e seguindo a canção
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Pelos campos a fome em grandes plantações
Pelas ruas marchando indecisos cordões
Ainda fazem da flor seu mais forte refrão
E acreditam nas flores vencendo o canhão
Pelas ruas marchando indecisos cordões
Ainda fazem da flor seu mais forte refrão
E acreditam nas flores vencendo o canhão
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Há soldados armados, amados ou não
Quase todos perdidos de armas na mão
Nos quartéis lhes ensinam uma antiga lição:
De morrer pela pátria e viver sem razão
Quase todos perdidos de armas na mão
Nos quartéis lhes ensinam uma antiga lição:
De morrer pela pátria e viver sem razão
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Nas escolas, nas ruas, campos, construções
Somos todos soldados, armados ou não
Caminhando e cantando e seguindo a canção
Somos todos iguais, braços dados ou não
Somos todos soldados, armados ou não
Caminhando e cantando e seguindo a canção
Somos todos iguais, braços dados ou não
Os amores na mente, as flores no chão
A certeza na frente, a história na mão
Caminhando e cantando e seguindo a canção
Aprendendo e ensinando uma nova lição
A certeza na frente, a história na mão
Caminhando e cantando e seguindo a canção
Aprendendo e ensinando uma nova lição
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer.
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer
Então, vem vamos embora que esperar não é saber
Quem sabe faz a hora e não espera acontecer.
Geraldo Vandré se tornó el icono do artista encajado, perseguido y censurado al longo del Régimen Militar brasileño. Se para su carrera ese fardo se torno insoportable (cargando inclusive marcas físicas disto) levando-o a abandonar la vida artística, al mismo tiempo el foco que los servicios de información y represión colocaban sobre él, contribuyó para que se tornase una especie de leyenda viva.
Ocupando también una posición de destaque entre bastidores musicales de la época, Chico Buarque fue un de los artistas más vigiados por la censura. Cualquier evento que contase con su presencia merecía mucha atención. Chico Buarque fue considerado cono uno “agente del grupo da MPB” desde los años 60, pero; el episodio envolviendo la música Apesar de você, en 1970, cuando la crítica al dictador encubierta en una querella amorosa acabó siendo liberada por la censura y vendiendo cien miles compactos, hasta ser cazada, la graduación de sospecha que recaía sobre él aumentó mucho más. Otra de sus canciones que denunciaba la Dictadura Militar fue la música Roda viva, que subliminalmente atacaba la forma de actuación del Régimen para con la populación:
Tem dias que a gente se sente
Como quem partiu ou morreu
A gente estancou de repente
O foi o mundo então que cresceu
A gente quer ter voz ativa
No nosso destino mandar
Mas eis que chega a Roda Viva
E carrega o destino pra lá...
Las músicas que contenían mensajes subliminales no se limitaban a las de Chico Buarque y Geraldo Vandré, otros artistas también se utilizaban de esta técnica para consiguieren burlar la fiscalización gubernamental y tener sus canciones difundidas por las grabadoras. El uso de ambigüedades, analogías y otras formas subliminales que atacaban el Régimen Militar fue algo corriente en la llamada “música de protesto” no Brasil, período este que está íntimamente ligado a la historia de este país, resaltando una forma de se luchar contra una dictadura represora no con armas, pero sin con “flores”.
Bibliografia:
AGUIAR, Joaquim. A poesia da canção. São Paulo. Scipione, 1993.
BUARQUE, Chico. Chico Buarque - Letra e Música. São Paulo. Companhia das
Letras, 1989.
CALADO, Carlos. A divina comédia dos mutantes. São Paulo. Editora 34, 1995.
CAMPOS, Augusto de. O balanço da bossa. São Paulo. Perspectiva, 1968.
FERREIRA, Jorge; DELGADO, Lucília A. N. (org.) O Brasil Republicano, O Tempo da Ditadura. RJ: Civilização Brasileira, 2004.
CHAUI, Marilena de Souza. Conformismo e resistência - aspectos da cultura popular no Brasil. São Paulo: Brasiliense, 1989.
FICO, Carlos. Como eles Agiam. Os Subterrâneos da Ditadura Militar: espionagem e polícia política. Rio de Janeiro: Ed. Record, 2001.
GASPARI, Elio. A Ditadura envergonhada. São Paulo. Companhia das Letras, 2002.
KRAUSCHE, Valter. Música popular brasileira. São Paulo. Ed. Brasiliense,
1983.
LEÃO, Tom. Heavy Metal: Guitarras em fúria. São Paulo. Editora 34, 1995.
MUGGIATTI, Roberto. Rock: da utopia à incerteza (1967 - 1984). São Paulo.
Brasiliense, 1985.
MOBY, Alberto. Sinal Fechado: a música popular brasileira sob censura. Rio de Janeiro: Obra Aberta, 1994.
SEIXAS, Raul. Raul Seixas por ele mesmo. São Paulo. Martin Claret, 1990.
SUZIGAN, Geraldo. O que é música brasileira. São Paulo. Brasiliense, 1990. TINHORÃO, José Ramos. História Social da Música Popular Brasileira. São
Paulo. ED. 34, 1998.
VELOSO, Caetano. Verdade Tropical. São Paulo. Companhia das Letras, 1997.
SEVERIANO, Jairo/ MELO, Zuza Homem de. A canção no tempo: 85 anos de músicas brasileira. Vol. 2: 1958-1985. São Paulo. Editora 34, 1998.
(la traducción debería ser revisada para mayor comprensión. cosa que prometo hacer) gb
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