Fábula de locos
Ellos son como todo lo imprevisto
Como todos los recuerdan así son
Una imagen del asombro en la constante
Humorada de la vida y la ilusión
Yo los siento volver en los violines
Con los íntimos fantasmas del ayer
Y ese mundo extravagante con que burlan
Realidades que es mejor nunca entender
Incansables parroquianos de la noche
De llegada a justa hora al cafetín
Cuando enferman con su vaho las nostalgias
En el humo atormentado del esplín
Yo los veo sonreír, golpear la mesa
Y decir a media voz: "es la ocasión"
Y arreglar entuertos que no tienen cura
Si soñar es un suicidio de ilusión
¿Acaso no comprendas porque les digo locos?
Son seres que vivieron, que viven para siempre
Son pájaros de luna, de humo, de recuerdos
Un poquito de todo pero nunca de ellos mismos
Ahora te lo explico y es fácil de entenderlo
Son un poquito de todo lo que no pudo ser
Ellos viajan como extraños por la lluvia
Con lo puesto y lo que aun resta para ver
Ellos saben del alcohol más que las copas
Porque hay cosas que se calman al beber
Yo lo veo volver en los violines
Del invierno en Buenos Aires y en la piel
Y el aliento del tabaco y el perfume
De Mariana de Teresa o de Raquel
Esas tristes compañeras que uno encuentra
Cuando el vaso tiembla azul de amanecer
Y acompañan soledades y deseos
Con el rouge de algunas horas de placer
Daniel Altamirano
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