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jueves, 24 de febrero de 2011

Aquelarre - El cautivo de Til-Til



El cautivo de Til-Til

(Patricio Manns)

Por unas pupilas claras
que entre muchos sables
viera relucir,
y esa risa que escondía
no sé qué secretos,
y era para mí.
Cuando altivo se marchó
entre sables de alguacil
me nubló un presentimiento
al verlo partir.

Dicen que es Manuel su nombre
y que se lo llevan
camino a Til-Til,
que el gobernador no quiere
ver por La Cañada
su porte gentil.
Dicen que en la guerra fue
el mejor y en la ciudad
deslumbraba como el rayo
De la libertad.

Sólo sé que ausente está
que le llevan lo maniatado,
que amarrado a la montura
se lo llevan lejos de la capital
Sólo sé que el viento va
jugueteando en sus cabellos
y que el sol brilla en sus ojos
cuando le conducen
camino a Til-Til.

Dicen que era como un rayo
cuando galopaba
sobre su corcel
y que al paso del jinete
todos le decían
por nombre: Manuel
Yo no sé si volveré
a verle libre y gentil,
sólo sé que sonreía
camino a Til-Til.

COMENTARIOS:
En los "Espisodios Nacionales", serie de narraciones relacionadas con la historia de Chile que Luis Orrego Luco dejó inconclusos a principios del siglo XX, se relata la muerte de Manuel Rodríguez así:
"En la noche del 23 de mayo estaba el preso en polpaico, en un ranchito, como a 20 cuadras de Til-Til y lejos del batallón, que había acampado más atrás, cuando de súbito llegó el comandante Alvarado y su asistente, apersonándose al teniente Navarro, al que ordenó le entregase al coronel Rodríguez. Navarro indicó que estaba en el ranchito y Alvarado y su asistente se encaminaron hacia allá. Conversaron amigablemente con el preso, y momentos después salió Alvarado del brazo de Rodríguez, seguidos por un cabo y un soldado, internándose en las sombras.
Pasó un rato y a la distancia se oyeron dos detonaciones...
Era la medianoche y comenzaba el 24 de mayo, cuando quedó el cuerpo del insigne patriota guerrillero al pie de un maitén, en el hueco de una tumba indígena, llamada ancubiña".
Manuel Javier Rodríguez Erdoiza nació en Santiago en 1785, fue militar y abogado. Cumplió un rol muy importante en los perimeros años de la organización anti realista o libertadora, tano en la Reconquista como en la definitoria Patria Nueva. Compañero de estudios de José Miguel Carrera, no se libró de mandar a ser apresado varias veces por éste. Para Bernardo O`Higgins, Manuel Rodríguez representaba una figura incómoda pero altamente necesaria para la causa patriótica.
A los 33 años fue asesinado a las afueras de Santiago, en Tiltil y su imagen se convirtió en un mito nacional, protagonista de muchas expresiones artísticas, e incluso el tema sirvió de base para la película "El Húsar de la Muerte", de Pedro Sienna, que es la más antigua que se conserva en Chile. Ha sido recordado por poetas de la talla de Pablo Neruda (Tonadas de Manuel Rodríguez) y musicalizada esta obra por Vicente Bianchi, también Patricio Manns le conmemora con el tema "El Cautivo de Tiltil", en que se relatan pricipalmente el momento de la muerte de Rodríguez.
Su cadávaer fue abandonado pero el 28 de mayo Tomás Valle, subdelegado de Tiltil, le dio sepultura en el mismo altar de la capilla del pueblo, y en 1895 fue trasladado al Cementerio General. Al asesino se le siguó un simulacro de juicio y fue enviado a Argentina.

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