En la primera versión se ve a Thalía actuando como para una telenovela, busca gustar, seducir y ni siquiera logra eso. Demás está decir que no logra llegar a la audiencia y hasta se nota cierto sufrimiento por la dificultad que tiene para alcanzar la afinación por eso cierra tarde todas las estrofas.
En la segunda versión se ve una Thalía a cara lavada, segura, comprometida con el tema musical, en contacto directo con la orquesta, concentrada, llevando el ritmo con ambas manos y expresando sus sentimientos en ejecución vocal. Emociona la fuerza, la garra y la pasión.
Aquí se puede ver el carácter musical. La expresividad del intérprete. Pero sobretodo se aprecia el crecimiento de esta mediocre actriz devenida a cantante. En esta versión se la ve fresca, humana, bella e impecable.
Hagan la prueba bajen un 25% el volumen del vídeo uno, arranquen el vídeo dos y a los 0:20 segundos arranquen el vídeo uno y verán que los cambios son notables en fraseo y afinación sobre todo.
Admito que por prejuicio no había prestado atención a la segunda versión, pese a los comentarios que una lectora de este humilde blog me envió a mi casilla de mail. Mil disculpas!
Les dejo un karaoke para quien quiera hacerse la Thalía y quiera cantar este precioso tema de los brasileros Roberto y Erasmo Carlos.
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